Preses

Situació de les presons a l’Estat espanyol

“En el sistema penitenciario español, se calcula que ahora mismo hay 48.000 plazas útiles para 70.000 presos y presas, es decir que faltan plazas. Esto va a potenciar el uso de sistemas telemáticos de control. Además, está programada la construcción de 9 nuevas cárceles de las que 5 son macrocárceles-tipo de 1.008 plazas. Van a tardar unos cuatro años en construirlo con lo cual es probable que de aquí a 4 años haya unas 7.000 u 8.000 plazas nuevas en cárceles nuevas. Pero eso no serviría ni siquiera para reducir la masificación que existe ahora. Y al actual ritmo de crecimiento de la población penitenciaria de aquí a cinco años podemos estar rondando los 90.000 presos y presas. Es decir que las nuevas cárceles ya están llenas antes de inaugurarlas, que es una de las cosas contra las que en Salhaketa estamos luchando ahora mismo, porque creemos que la solución a la saturación no debe ser más cárcel, la solución a la masificación tiene que ser la ampliación de los regímenes de vida fuera de prisión: más terceros grados con un control distinto al telemático, libertades condicionales y sobre todo, para empezar, la excarcelación de las personas que ahora mismo ya no tendrían que estar en prisión por su situación personal de enfermedad. Por otro lado el 70-80% de las personas presas sigue estándolo por motivos relacionados con el consumo o tráfico de drogas, nosotros creemos que despenalizando el consumo evidentemente ya estaríamos solucionando gran parte del problema. Sobre todo, porque no creemos que la cárcel sirva para reinsertar, lo que creemos es que tiene que haber una política social que evite la entrada en prisión, porque ahora mismo la inmensa mayoría de la gente que va a prisión va porque es pobre y va porque han fracasado todos los supuestos servicios sociales, que dicen que existen y que yo sigo sin ver por ningún lado, y que tendrían que ser los que evidentemente evitaran determinadas situaciones de delito.

Para empezar, con una mejor redistribución de la riqueza el índice de delitos no es sólo que bajara, es que estaríamos hablando de una sociedad totalmente distinta en la que probablemente la cárcel sería una cosa que no tendría ninguna función ni ninguna necesidad. La sociedad actual sí que la necesita porque la cárcel no sólo sirve para castigar al que ha cometido un delito, sino que también sirve para avisar a los que estén tentados de cometer un delito, para controlar a los que están en libertad. Nosotros hablamos mucho de que existe un cuarto grado penitenciario, que es en el que estamos todas las personas que todavía no hemos pasado por el sistema judicial ni el sistema carcelario, pero somos controladas por las cámaras que están en cualquier calle, por la policía, por los distintos controles que a todos los niveles que se dan en nuestra sociedad y que lo que busca es la restricción de la libertad y meter el propio policía y el propio carcelero dentro de cada uno de nosotros y de nosotras. El aspecto fundamental de la cárcel es que sirve de ejemplo para el resto de la sociedad, los malos acaban ahí. ¿Y quiénes son los malos? Los que el poder decide que son los malos. De hecho, si nos paramos a ver quiénes están dentro de prisión, veremos que casi el 80% de las personas presas están relacionadas con tema de drogas; más del 37% son extranjeras, y luego hay una serie de personas que lo están por cuestiones ideológicas, los disidentes de este sistema. Combinando estos 3 grupos superamos el 90% de los presos y presas.

Otra categoría importante que suele acabar en la cárcel es la de los enfermos mentales, que se calcula superan el 10% del total. No deberían estar ahí pero, como no hay un sistema de asistencia hospitalaria adecuado, acaban en la cárcel donde sus problemas de sociabilidad y sus problemas mentalesno sólo no se solucionan sino que, al contrario, se agravan. Suelen ser personas que la cárcel cataloga como peligrosas y que por ello mismo suelen terminar en primer grado.”